En las últimas horas, una ola de denuncias ha puesto en evidencia una grave crisis de impagos en el Ministerio de Salud Pública (MSP), situación que está afectando a proveedores clave de servicios como salud, alimentación y seguridad en varias instituciones del país.
El malestar crece entre el personal que, pese a ser pilares fundamentales en la atención pública, no ha recibido sus salarios en tiempo y forma, lo que ha generado un clima de incertidumbre y preocupación por la continuidad de los servicios esenciales que brindan a la población.
La situación es especialmente crítica en el Hospital Básico de Saraguro, donde el personal de vigilancia ha manifestado su descontento debido a la falta de pago y la ausencia de respuestas claras y concretas por parte de las autoridades del MSP. Estos trabajadores, responsables de la seguridad tanto del personal médico como de los pacientes e instalaciones, enfrentan una precariedad económica que compromete su bienestar y dificulta el desempeño eficaz de sus funciones.
Las denuncias apuntan a una gestión deficiente en el manejo de recursos o a la falta de liquidez, lo que ha provocado una verdadera «hecatombe» en el sistema de salud pública. Esta crisis financiera no solo pone en riesgo la calidad de los servicios, sino que también amenaza la sostenibilidad de la atención médica en todo el país.
Personal afectado y diversos sectores sociales exigen una solución urgente y transparente para garantizar que los derechos laborales sean respetados y que los servicios esenciales no se vean interrumpidos, especialmente en un contexto donde la salud pública es un pilar fundamental para el bienestar social.





Comentarios