La empresa pública Petroecuador informó sobre la desvinculación de 250 funcionarios como parte de un nuevo proceso de reestructuración interna orientado a optimizar recursos y reducir gastos operativos. Aunque en un inicio se anunció que serían 253 los colaboradores separados de la institución, posteriormente la cifra fue ajustada a 250.

Este nuevo recorte no es el primero del año. A finales de junio pasado, otros 70 empleados también fueron separados de sus cargos, bajo el argumento de que percibían salarios sobrevalorados, algunos incluso duplicando lo establecido en el escalafón institucional, según lo explicó la estatal petrolera en un comunicado oficial.

Con ambas medidas, Petroecuador proyecta un ahorro anual aproximado de 1,71 millones de dólares, cifra que sería destinada a fortalecer áreas estratégicas y priorizar inversiones en exploración, producción y mantenimiento de infraestructura.

“Este proceso de optimización responde al compromiso institucional de garantizar una administración responsable y técnica de los recursos públicos”, señaló la entidad.

La decisión ha generado inquietud en algunos sectores sindicales y gremiales, que han solicitado mayor transparencia en los criterios utilizados para las desvinculaciones, así como garantías para el personal que permanece en la empresa.

Petroecuador enfrenta en los últimos años varios retos financieros y operativos, por lo que las autoridades han planteado una serie de ajustes estructurales para garantizar su sostenibilidad en el tiempo, en medio de un contexto económico nacional complejo y de fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo.