La nueva ministra debuta en medio del reordenamiento político y anuncia líneas prioritarias para fortalecer la gestión estatal
La asambleísta de ADN, Nataly Morillo, asumió oficialmente el liderazgo del Ministerio de Gobierno tras la salida de Zaida Rovira. Su primera aparición pública en el cargo se realizó el 24 de noviembre de 2025, durante una entrevista en Teleamazonas, donde delineó los ejes principales de su gestión en un contexto marcado por el reacomodo político posterior a la consulta popular.
Morillo señaló que el Ejecutivo mantendrá una política de diálogo abierto, aunque con “límites claros”, enfatizando que la gobernabilidad no debe confundirse con ceder a presiones externas. En el ámbito legislativo, afirmó que el oficialismo buscará consolidar su mayoría en la Asamblea Nacional, una estrategia clave para sostener las reformas propuestas por el Gobierno.
La nueva ministra confirmó también que no se prevén nuevos cambios en el Gabinete por el momento y ratificó que Enrique Herrería asumirá como próximo Secretario General Jurídico de la Presidencia.
Como parte de su plan inmediato de trabajo, Morillo adelantó que su gestión priorizará la presencia territorial, empezando por la provincia del Guayas, donde sostendrá reuniones con autoridades locales para fortalecer la coordinación institucional y la seguridad ciudadana.
En materia de modernización del sector público, informó que en los próximos días se presentará un sistema digital de citas médicas con georreferenciación, que permitirá a los usuarios seleccionar lugar, fecha y hora de atención. Este proyecto se integra en la estrategia gubernamental de simplificar trámites y mejorar la eficiencia del servicio estatal.
El nombramiento de Nataly Morillo refleja el intento del Gobierno por equilibrar diálogo y firmeza en un escenario legislativo complejo. Su perfil político y su cercanía con el bloque oficialista podrían facilitar acuerdos claves en la Asamblea, aunque la consolidación de una mayoría estable sigue siendo un desafío.
El enfoque territorial y la implementación de herramientas digitales responden a demandas ciudadanas de mayor presencia estatal y modernización administrativa. La capacidad de Morillo para articular estos esfuerzos determinará en gran medida el impacto de su gestión en la gobernabilidad del país.





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