El robo ocurrido el 18 de agosto de 2025 deja al Hospital Provincial Julius Doepfner sin un equipo clave, en medio de una profunda crisis estructural, carencia de recursos operativos y un personal médico reducido.

El lunes 18 de agosto de 2025, el Hospital Provincial Julius Doepfner, ubicado en la ciudad de Zamora, fue víctima de un nuevo golpe: le robaron un equipo de ecografía valorado en aproximadamente 58 000 USD, acontecimiento que sucedió a plena luz del día, frente a pacientes y personal sanitario —aunque nadie presenció directamente el momento del hurto. Este suceso agrava significativamente la ya crítica situación que atraviesa la institución.

El director del hospital, Dr. Gustavo Apolo, presentó una denuncia formal ante la Fiscalía el martes 19 de agosto, según lo informado por el portal institucional. Hasta el cierre de la edición, no se habían ofrecido declaraciones oficiales respecto a las circunstancias del robo ni respecto a las medidas que se implementarán para garantizar la continuidad del servicio radiológico.

Crisis estructural y carencias operativas

El hurto del ecógrafo agrava las limitaciones de un centro de salud ya colapsado por múltiples carencias:

  • Infraestructura obsoleta: El hospital fue inaugurado en 1967 y, tras más de cinco décadas de uso, ha superado su vida útil. Más del 70 % de su infraestructura presenta deterioro visible —como fisuras y desprendimientos en el revestimiento— según informes técnicos. Se han planteado planes de contingencia e incluso la construcción de un nuevo hospital en el sector de Tunantza, pero estos están en fases muy preliminares y sin plazos definidos.
  • Ambulancias fuera de servicio: El hospital cuenta con cinco ambulancias, pero ninguna está operativa. Cuatro de ellas, de modelo 2012–2013 con más de 150 000 km, están inhabilitadas por fallas mecánicas. Una quinta ambulancia, entregada en 2024 con apoyo de la OPS/OMS, presentó desperfectos desde su llegada, y continúa sin funcionar pese a encontrarse aún en garantía.
  • Falta de servicios básicos y personal: Desde marzo de 2025, el hospital no cuenta con contratos para servicios como seguridad, limpieza o alimentación. El director mencionó que únicamente se logró financiar parte de la guardianía por dos meses utilizando fondos recuperados de las atenciones médicas, con un presupuesto de aproximadamente 10 000 USD. Además, se han desvinculado profesionales médicos sin planes claros de reemplazo.
  • Escasez de personal médico: Desde el 15 de agosto, cuatro especialistas y un paramédico fueron trasladados al Hospital General de Loja, lo cual compromete aún más la capacidad de atención local.

En conjunto, estas deficiencias no solo reducen la calidad y oportunidad del servicio, sino que ponen en riesgo la salud de una población que depende de este centro de referencia regional.

Antecedentes recientes

Cabe resaltar que apenas el 10 de marzo de 2025, el centro logró reactivar parcialmente su servicio de imagenología, gracias a la contratación de personal especializado y a la disponibilidad de equipos ecográficos y de rayos X; estudios como ecografías de tiroides, mamas, abdomen, ginecológico, obstétrico, además de radiografías, estaban disponibles de lunes a sábado. No obstante, ahora la pérdida del ecógrafo representa un retroceso significativo

Repercusiones y demandas de la comunidad

La población de Zamora y sus alrededores ha manifestado creciente preocupación. La emergencia contra el deterioro del hospital lleva años: en julio de 2023, los ciudadanos realizaron un plantón exigiendo la construcción de una nueva infraestructura en terrenos debidamente habilitados. El alto nivel de ocupación en hospitalización y emergencia —que supera el 60 % diariamente— refleja la demandante carga asistencial que aún enfrenta este centro médico.

El asambleísta Héctor Valladarez ha mostrado su compromiso por fiscalizar la situación y exigir soluciones. Reconoce el empeño del personal sanitario pese a las condiciones adversas, pero insiste en la necesidad de una intervención estatal urgente para asegurar la atención médica en Zamora Chinchipe.

El robo del ecógrafo es un golpe simbólico y real a la ya frágil operatividad del Hospital Julius Doepfner. Sin equipos básicos, ambulancias, personal y servicios esenciales, el centro está al borde del colapso.

Medidas urgentes que se requieren:

  • Reposición inmediata del equipo robado y seguridad reforzada.
  • Rehabilitación o reemplazo de ambulancias inoperativas.
  • Contratación de servicios básicos (limpieza, seguridad, alimentación) con financiamiento claro.
  • Incorporación o reemplazo del personal médico trasladado.
  • Avance en los estudios técnicos y gestión presupuestaria para construir el nuevo hospital.

La solución requiere no solo recursos, sino voluntad política y planificación. Zamora Chinchipe merece una casa de salud digna, moderna y funcional.