Un cabo del Ejército Ecuatoriano fue detenido en Latacunga al intentar ingresar una cantidad de artículos prohibidos al centro carcelario de Cotopaxi, poniendo en entredicho la integridad de las fuerzas armadas.

El militar, identificado como Michael Ortega G., intentó camuflar seis celulares, seis cargadores y seis chips bajo su chaleco, según información de las autoridades penitenciarias. De haber ingresado, estos elementos habrían podido fortalecer las redes de crimen organizado que operan desde el interior de la prisión.

La detención de Ortega G. ha generado conmoción tanto en la institución militar como en la ciudadanía, evidenciando la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad frente a actos de corrupción.

El cabo fue puesto de inmediato a disposición de las autoridades judiciales para enfrentar los cargos correspondientes, mientras se activan los protocolos de control interno del Ejército.

Este incidente reaviva el debate sobre la infiltración del crimen en estructuras estatales y la necesidad de fortalecer la vigilancia y los controles dentro y fuera de los centros penitenciarios, para garantizar la seguridad de los reclusos, funcionarios y la ciudadanía en general.