La salida de profesionales por vencimiento de contratos amenaza con paralizar áreas críticas y profundizar el colapso en la atención a pacientes afiliados y jubilados.

El sistema de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) atraviesa una crisis sin precedentes. Un total de 83 médicos, que prestan sus servicios en 42 hospitales y unidades médicas a escala nacional, dejarán sus cargos en los próximos días debido al vencimiento de sus contratos ocasionales.

Estos profesionales, que incluyen especialistas de primer, segundo y tercer nivel, atienden en conjunto más de 40.000 citas médicas mensuales. Su salida generará un impacto inmediato en la atención, especialmente en áreas sensibles como medicina interna, pediatría, ginecología, cirugía y emergencias.

Causas y efectos inmediatos

Fuentes internas del IESS señalan que la no renovación de contratos responde a retrasos administrativos y limitaciones presupuestarias, situación que se suma a problemas ya existentes como la escasez de insumos médicos, equipos obsoletos y déficit histórico de personal.

De no tomarse medidas urgentes, se prevé una reducción drástica en la capacidad operativa de hospitales y unidades médicas, lo que provocaría largas listas de espera, postergación de cirugías programadas y afectación a tratamientos continuos, incluyendo terapias para enfermedades crónicas.

Reacciones del gremio médico

La Federación Médica Ecuatoriana ha solicitado al Ministerio de Gobierno y a las autoridades del IESS la renovación inmediata de los contratos y la garantía de estabilidad laboral para el personal de salud. El gremio ha advertido que la pérdida de estos profesionales compromete seriamente la atención médica y pone en riesgo vidas.

“En un momento crítico para el país, no se puede permitir que la atención en salud se debilite más. Es una responsabilidad del Estado garantizar que cada paciente reciba el servicio que merece”, indicó un vocero de la Federación.

El impacto en los afiliados y jubilados

Los usuarios del IESS, entre afiliados y jubilados, enfrentan ya dificultades para acceder a servicios médicos oportunos. La posible reducción de personal incrementará la presión sobre un sistema que, según reportes oficiales, atiende a más de tres millones de personas en todo el país.

Las autoridades del IESS aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre las acciones que tomarán para evitar que el déficit de médicos agrave la situación de los hospitales. Mientras tanto, pacientes y gremios se mantienen en alerta, exigiendo respuestas claras y soluciones inmediatas para evitar el colapso.