Pacientes en riesgo ante falta de pagos del Gobierno Nacional; Zamora Chinchipe alza su voz por justicia y humanidad

La provincia de Zamora Chinchipe enfrenta una crisis sanitaria que podría convertirse en una tragedia irreversible. La clínica dializadora Palcodial está al borde de suspender sus servicios por falta de pago del Gobierno Nacional, dejando en la incertidumbre a decenas de pacientes con insuficiencia renal crónica que dependen diariamente de estos tratamientos para sobrevivir.

Una lucha por la vida en medio de la desesperanza

Los afectados no son solo números; son personas que viven con el peso de una enfermedad grave, muchas con condiciones adicionales que complican su movilidad y salud general. Para ellos, viajar varias horas hasta la ciudad de Loja, único lugar alternativo para recibir tratamiento, no es viable; es una carga física y emocional que amenaza su bienestar.

Palcodial representa para estos pacientes más que un centro médico: es su esperanza y el único espacio donde pueden sostener su vida. La posible suspensión del servicio pone en evidencia cómo las decisiones burocráticas y presupuestarias afectan directamente a quienes más necesitan atención y cuidado.

Llamado urgente a las autoridades

La comunidad de Zamora Chinchipe ha expresado su profunda preocupación y exige una respuesta inmediata del Gobierno Nacional. No se trata solo de una petición, sino de un llamado a la justicia social y a la responsabilidad humana para garantizar la continuidad del servicio de diálisis en la provincia.

Las autoridades provinciales también deben asumir un rol activo, demandando que se cumplan los compromisos financieros y se evite el cierre que condenaría a los pacientes a un destino cruel e injusto.

Consecuencias de la suspensión

El cierre de Palcodial no solo implicaría la pérdida de un servicio vital, sino también un golpe duro para las familias y para la salud pública de la provincia. La ausencia de tratamiento adecuado podría aumentar la mortalidad, el sufrimiento y la carga para el sistema sanitario regional.

Esta situación crítica demanda atención prioritaria, empatía y acción inmediata para evitar que la burocracia se convierta en una sentencia para los más vulnerables.