Una tragedia que desnuda la crisis en el sistema de salud ecuatoriano

El Hospital Universitario de Guayaquil atraviesa una grave crisis tras confirmarse la muerte de 12 recién nacidos en sus instalaciones, un hecho que ha generado conmoción, preocupación y una fuerte reacción social en todo el país. El suceso pone en el centro del debate la situación crítica del sistema de salud pública en Ecuador y reaviva denuncias sobre falta de insumos médicos, infraestructura deficiente y mala gestión hospitalaria.

Denuncias ciudadanas y versión oficial

Familiares de los neonatos, así como fuentes anónimas vinculadas al hospital, han denunciado públicamente la carencia de insumos médicos esenciales y el mal estado de los equipos usados en la atención neonatal. Según estas denuncias, estas deficiencias habrían sido factores determinantes para el desenlace fatal de los 12 bebés.

Frente a estas acusaciones, el Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió un comunicado oficial en el que aclaró que las muertes se atribuyen principalmente a complicaciones asociadas con partos prematuros —una de las principales causas de mortalidad neonatal a nivel mundial— y a una infección bacteriana detectada en dos casos, la cual está siendo tratada bajo estrictos protocolos de bioseguridad. El MSP subrayó que los hospitales públicos cuentan con normas estrictas para el manejo de neonatos en condiciones críticas, aunque admitió que el sistema enfrenta grandes retos.

La crisis estructural del sistema sanitario ecuatoriano

Este trágico episodio evidencia, una vez más, las dificultades estructurales que enfrenta el sistema de salud ecuatoriano. La falta de recursos, el déficit de personal especializado, la insuficiente dotación de equipos modernos y la burocracia en la gestión hospitalaria son factores que se repiten en varios centros médicos del país. La pandemia de COVID-19 exacerbó estas deficiencias, y a la fecha, pese a los esfuerzos del gobierno actual del presidente Daniel Noboa Azín, las demandas ciudadanas por mejoras continúan creciendo.

El país registra una tasa de mortalidad neonatal que, aunque ha mejorado en la última década, sigue siendo preocupante para una nación en desarrollo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la mayoría de estas muertes son prevenibles con intervenciones adecuadas y un sistema sanitario eficiente.

Investigación y medidas en curso

Las autoridades del Hospital Universitario de Guayaquil, junto con representantes del Ministerio de Salud y organismos de control, han iniciado una investigación interna para esclarecer las causas exactas de los fallecimientos y evaluar la calidad de los protocolos de atención neonatal.

Esta investigación buscará reconciliar las diferencias entre las versiones oficiales y las denuncias recibidas, con el objetivo de garantizar transparencia y justicia para las familias afectadas. Además, se analiza la necesidad urgente de realizar auditorías integrales y mejoras en la gestión de recursos, incluyendo el abastecimiento adecuado de medicamentos y material médico.

Llamado a la acción y demandas sociales

Organizaciones sociales, colectivos médicos y la ciudadanía han expresado su indignación y solicitado que este caso sea un punto de inflexión para implementar reformas profundas en el sistema de salud pública. Se exige que las autoridades nacionales asignen mayor presupuesto, mejoren la capacitación del personal y optimicen la infraestructura hospitalaria para prevenir tragedias similares.

El bienestar y la salud de los recién nacidos es un indicador fundamental de desarrollo social, y este lamentable hecho obliga a un compromiso urgente y permanente para proteger a los más vulnerables.