Azuay. — En una nueva jornada de articulación territorial, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), encabezada por su presidente Marlon Vargas, realizó una visita oficial a la provincia del Azuay para consolidar la resistencia de las comunidades indígenas frente a las actividades extractivas en zonas sensibles como Quimsacocha.
Durante el encuentro sostenido con representantes de la Federación de Organizaciones del Azuay (FOA), se ratificó el compromiso del movimiento indígena con la defensa del agua, los páramos y la vida. Vargas hizo un llamado a fortalecer la unidad de las bases y mantener la firmeza en la lucha por los derechos colectivos y la protección del entorno natural.
“Que la lucha nos una, que la lucha nos hermane, que la lucha nos dignifique”, expresó el dirigente en sus redes sociales, destacando la importancia de mantener la resistencia activa desde los territorios.
Desde la CONAIE se recordó que la defensa de Quimsacocha —una de las principales fuentes hídricas de la región austral— es un tema prioritario, al tratarse de un ecosistema vital amenazado por proyectos mineros a gran escala. Las organizaciones presentes coincidieron en que la defensa del agua es un eje articulador del movimiento indígena a nivel nacional.
Asimismo, se insistió en la necesidad de acciones conjuntas entre pueblos, comunidades y organizaciones sociales, con el objetivo de sostener una postura firme frente al avance de políticas extractivas que, según las comunidades, vulneran sus derechos y comprometen los recursos naturales.
Esta visita forma parte de una agenda más amplia de la CONAIE, que busca recorrer distintos territorios del país para escuchar a las bases, fortalecer las estructuras organizativas y mantener activa la lucha en defensa de la tierra y los bienes comunes.





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